Cientos, tal vez miles de personas pasan junto a él cada día, a todas horas.
Casi nadie se fija en el, ya que van sumidos en sus propios asuntos. Tal vez calculando si llegaran tarde al trabajo, o pensando que habrá de comer en casa.
Tal vez.
Pero el sigue ahi, incólume, simpatico, presto todos los dias a cumplir su cometido.
Se trata de un cartelito, en formato graffitti, que reza simplemente un "¡Que tengas un buen día, Karen!"
Y aunque no seas Karen, no puedes evitar sonreir al leerlo, por el simple hecho de que alguien se tomó la molestia de desearle un buen día eterno.
Fué un enamorado, me atrevó a fantasear. Y aunque no sea Karen, sonrío, porque aun hay lugar para el amor y los buenos deseos en el mundo.