Dedicado a mi madre, mis hermanas, mi sobrina, mi cuñada, mis hermanas en Cristo y mis queridisimas bloggers que visitan mi sitio.
El valor es un recurso escaso. No en estos ultimos tiempos. Siempre lo fué.
¿Cómo armarse de valor cuando todo parece ir para atrás? ¿Cómo enfrentar con idalguia a nuestros adversarios?
No te des por vencida. No te des por vencida jamás.
Levanta tu cabeza en alto. No permitas que nadie te humille ni te averguenze.
Riete de ti misma, pule tus defectos apenas notes que los tienes.
Sujeta tu caracter. Sé paciente.
Sé humilde, pero no por eso pisoteada.
Sé fuerte, pero no hiriente.
Sé valiente, pero no grosera.
Ama. Apenas tengas oportunidad, cuando lo sientas nacer de lo profundo de tu ser, ama. Aunque no sea correspondido, aunque duela. El amor muchas veces encuentra luego su propio cauce. No te desanimes. Si no es el primer amor, será el siguiente.
Ama siempre. Amate a ti, a tus padres, tus hijos, tus hermanos. Ama tus mascotas, tus plantas. Ama a tu Dios, pero que nunca falte amor en tu vida, pues de él sacarás fuerzas.
No tengas miedo de ser diferente. Antes aún, sé la diferencia.
Haz que la gente te pregunte que genio conduce tu vida. Que la gente se voltee a verte pasar, deslumbrados por tu sonrisa, o tu mirada determinada. Que la gente se pregunte cual es tu secreto para seguir adelante, pase lo que pase. Que mueran por saber como haces frente a tus enemigos, a tus problemas.
Que nadie pueda quedarse indeferente trás conocerte.
Que vean en ti una mujer valiente.